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miércoles, 18 de enero de 2012

Educación - Inacción

Hablábamos en la penúltima entrada de la razón instrumental, y quisiera continuar con una problemática de fundamento para todo tiempo, pero que necesita de urgencia en la actualidad.
Una de las características más llamativas de nuestra cultura occidental, revolucionada por las tecnologías, es, como decíamos, la ingente cantidad de información disponible y el infinito número de fuentes que la hacen brotar como si nada. No parece que haya mucho que discutir aquí. Es una evidencia palpable que internet ha cambiado nuestras formas de acceder a la información, que no al conocimiento, explotándonos como un big bang ante nuestros ojos. Pero ¿ha cambiado sólo la forma?
 
Años atrás de esta revolución informática el libro ostentaba el rango mayor de depósito del conocimiento. Ese invento ilustrado de la enciclopedia nos ofrecía unas posibilidades de elección, de inicio del camino, de investigación, muy atractivas, o por lo menos así lo recuerdo. Representaban el mapa necesario para dar los primeros pasos entre un bosque de ignorancia. Ahora bien, esas posibilidades no eran muchas ni infinitas, sino pocas, y por ese mismo valor de escasez que tiene el agua en el desierto, eran ansiadas. No sólo los caminos eran claros, sino que la búsqueda de conocimiento mantenía una temporalización adecuada a la propia facultad de conocer, a la que la prisa no conviene y que inutiliza.
 
En todo este proceso se produce una elección monocromática de la propuesta ilustrada de razón: la acepción escogida para definir a la razón popularizada ha sido la de “herramienta para”, utilidad para la acción de lo posible. Nada de emancipación del individuo mediante la razón, ser tú mismo y demás consignas ilustradas, a no ser que podamos entender que saber construir un edificio te proporciona salario para la emancipación. Poca tarea en la construcción de sociedades independizadas de esclavismos tradicionalistas y dictaduras de la superstición, a través de la creación de espacios y tiempos para ciudadanos críticos. En estas actuales sociedades occidentales “desarrolladas” no nos detenemos nunca para observar, y menos aún para realizar una crítica valiente de los sostenes de toda civilización que tiende al progreso de la humanidad (como concepto, no como especie).
 
La Educación es la base sobre la que crecen individuos que hacen sociedad, y es la sociedad entera la que educa a los individuos. O como se dice en África: “para educar a un niño hace falta la tribu entera”.
 
En todos estos años de Democracia de nuestro país ningún gobierno se ha cuestionado seriamente la problemática de la Educación. Es verdad que se ha democratizado el acceso a la escuela, que no es poco, pero no se ha pensado en la Educación, qué es eso y qué debe permitir. Bueno, realmente sí, se ha pensado que la Educación es una instrucción formativa que ha de convertir personas en profesionales, y en eso han estado y están de acuerdo todos los partidos políticos. El proceso educativo no solo es formación de  individuos, sino también transformación de una sociedad en crisis (y no me refiero a la actual crisis financiera, sino al modelo social) contribuyendo a la transición desde una sociedad patriarcal moribunda a una sociedad alejada del imperialismo de la razón instrumental. Las consecuencias de este desvío lamentable de los conceptos han sido un descenso de la salud psicológica de los jóvenes y una capacidad empática casi anulada. Pero como es norma en nuestro tiempo los políticos no se detienen y siguen entendiendo el problema a través de informes Pisa y cuestiones de autoridad para solventar el déficit de atención, como si necesitáramos más militares en la escuela en vez de maestros. 

La apuesta ilustrada y la mía es por un auténtico desarrollo humano, que aborde como objetivo lo que nos hace seres diferentes: la humanidad, los valores, la razón.
 
La nueva era de la comunicación nos está dando como concepto clave para su comprensión el concepto de Inconmensurabilidad. Es decir, desorientación. Los jóvenes están sentados a la mesa delante de tantos platos amontonados que no alcanzan a comer, pero sobre todo no alcanzan a tener apetito. Están sobre-estimulados hasta la inacción y por la inacción del conjunto de la sociedad.

4 comentarios:

  1. ¡¡Estoy totalmente de acuerdo!!!

    Hay que hacer una diferencia entre Educación y Escolarización. En España, gracias a los grandes esfuerzos de la sociedad y su gobierno en estos últimos años hemos alcanzado la ansiada "educación pública" pero más bien hablaría de "escolarización pública".

    Nos hemos preocupado en ofrecer un espacio donde todos los individuos "aprendan" y "adquieran" conocimientos.Esto ha significado un salto cualitativo en la sociedad española, sin duda. Pero entiendo que necesitamos cambiar el modelo y sobre todo el objetivo. ¿Para que queremos una sociedad muy "bien formada" si no hay oportunidades de desarrollarse profesionalmente? Si las personas no son felcices ni se preocupan de serlo, si no nos sentimos libres.

    Si, si, que ya lo se, que el conocimiento es lo que te llevas, que el conocimiento te hará libre, que con el conocimiento compartido se mejoran las cosas....Principios que están muy claros, pero me pregunto, ¿a donde me llevo ese conocimiento?,¿a la tumba?,¿y allí que hago con él? ¿sentirme más libre?¿mejorar?. NO somos máquinas que procesan datos.

    Los partidos políticos sólo hablan de garantizar el derecho de acceso a la enseñanza pública, con idiomas, con música, concertada, privada, con o sin uniforme, religiosa o laica Todo eso está muy bien, y me tranquiliza que sea una preocupación, pero ¿no se / nos damos cuenta que esta sociedad cada día que pasa es más inhumana, individualista e insolidaria?
    ¿Es responsable en buscar una solución sólo los que nos gobiernan?Yo creo que no.

    La falta de valores y la actitud consumista "quien más tiene más vale" son los protagonistas de nuestra sociedad. No vivimos, sobrevivimos.

    Somos esclavos de todas las pertenencias, trabajamos para ganar dinero para mantener lo adquirido (resultado de la "educación competitiva" recibida), no permitimos que nuestros hijos se manchen porque se "estropea" la mesa o la ropa, nos preocupamos que nuestros hijos saquen muy buenas notas y sean los más "listos" de la clase...¡qué barbaridad!

    No hay que ser un estudioso de la materia (aunque hay estudios realizados al respecto) donde constatan la importancia de la educación en valores y/o la eduación emocional(fomentar la autoestima, el respeto, la empatía, la asertividad)para el mejor desarrollo y rendimiento de los niños y niñas.

    Como decía antes, no somos máquinas, somos una mezcla imperfecta de razón y emociones.

    Una profesora catalana que trabaja la educaión emocional con su alumnado lo explica muy bien en una frase "para poder edificar, primero hay que allanar el terreno"

    Las dinámicas de salud emocional reposan sobre tres pilares, que son a la vez las preguntas que se lanza a los alumnos. El primer pilar es la consciencia emocional (¿Cómo me siento? ¿Cómo hago sentir a los demás? ¿Por qué he hecho esto?), el segundo es la acción personal (¿Qué decido hacer con este conflicto? ¿Qué salida me beneficia y cuál me perjudica?) y en tercer lugar la responsabilidad individual (¿Qué rol quiero tener en el grupo? ¿Cómo aplico las emociones positivas?). Las dinámicas son siempre, por norma, muy activas, frescas y participativas.

    Es cierto que la educación emocional se centra más en el individuo, por lo que habría que complementarla con la educación en valores.

    ¿Todo esto que significa? Un cambio en el sistema educacitvo radical.
    ¿Esto significa menos conocimientos de matemáticas, lengua o ciencias? No, pero supondría un cambio de horarios y dedicación a las materias
    ¿Supone un esfuerzo de inversión económica? Si, en el sentido de crear grupos más reducidos (más aulas, más profesores, más tiempo) complementar la formación del profesorado, talleres para padres/madres.

    ¿Supone un compromiso social? Si, por parte de los padres, profesores y políticos

    Entiendo que este tipo de educación crea compromiso social, conciencia de lo común y público y crea Estado, receta, aunque no mágica, para evitar futuras "crisis económicas"

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  2. Totalmente de acuerdo contigo.

    Integrar a un niño en la sociedad no implica "domarle", implica socializarle de forma activa y crítica en su entorno. Los conocimientos son fundamentales, pero los valores también.

    A todo ello le veo muchos inconvenientes, algunos nuevos, del mundo actual:

    - La "tribu" educa poco o nada.
    A ver quien le dice a un niño que rompe una farola algo. Una sencilla y tranquila llamada de atención puede provocar que un "superpadre" (de los que aman tanto a sus hijos) se encare contigo, en vez de darte las gracias por dicho acto.

    - Los maestros/as y el Sistema suelen estar muy criticados.
    Nada funciona. Sin embargo, es curioso, cuando se le pregunta a los padres si están contentos con el maestro/a que le ha tocado o el centro educativo la mayoría están muy satisfechos (llamativo esto).

    Mitos como que el maestro trabaja de 9 a 2 y hasta mañana es frecuente (trabajamos 35 horas, lo cual no es cierto, trabajamos más). Lo desgrano: 25 lectivas, 5 de permanencia en el centro(claustros,consejos el que tenga, reuniones de ciclo, juntas de evaluación, atención a padres) y 5 de trabajo personal (y ahí está la trampa, de cinco nada, sobre todo si eres tutor) que se aplican para preparar clases, corregir (horroroso), bajar videos interesantes de youtube, preparación de fichas de ampliación, fichas para ir preparando las pruebas de diagnóstico de la consejería, etc.

    Me resulta curioso como antes los maestros/as, muchos con muy escasa formación, eran figuras de autoridad (perdón por tan peligrosa palabra)y admiración. Algunas compañeras de trabajo que se van a jubilar, y que estaban con las monjas, me comentan que algunas únicamente las ponían a copiar, sumar y restar (la monja no sabía más). Tampoco las mujeres de la época debían saber demasiado...

    - Aglomeración de objetivos de todos los colores.
    Me parto cuando oigo a cada persona lo que debería hacer la escuela: la caligrafía es horrorosa hay que mejorarla y habría que dedicarle mucho más tiempo, los universitarios llegan con un nivel de ortografía penoso, hay que meter el bilingüismo pues es prioritario, la educación tecnológica es fundamental (eso sí cuando se arreglen los ordenadores que llevan 2 meses estropeados), el conocimiento de España es penoso ya que antes cantabamos los pueblos y ríos de cada provincia (los más finos hasta las comarcas), hay que dedicar siempre tiempo a los valores sociales, debates.
    No sigo por no cansar. LO SIENTO, es imposible. Se pueden y deben tocar estos aspectos, pero es imposible profundizar todo lo deseable.

    - La educación familiar ha pasado de una rigidez extrema a una rigidez inexistente. El síndrome del emperador, el niño/a que amenaza e incluso pega a su madre, ha nacido en nuestra sociedad (antiguamente sólo lo hacían los toxicómanos o chicos con trastornos de conducta).

    - La falta de tiempo de los padres. Los niños pasan más tiempo con maestros y monitores que en casa. Horario laboral con dos o tres añitos. Afortunado/a aquel que tiene a sus abuelos,los cuáles por lo general ya no están para educar.

    - La relación escuela y familia.
    Por lo general la mayoría de los padres/madres que he conocido han sido ideales. Sin embargo, sé de buena fe, que en muchos centros no es así. Un Sistema Educativo que tiene que hacer "compromisos educativos" (otro nuevo papelito autorellenable) con los padres muestra unas carencias de base en su sociedad. Una familia finlandesa vería ridículo esto.

    - Y el contexto en el que vivimos:
    La tele, el individualismo, el consumismo, la exigencia de derechos (pero no me hables de las obligaciones previas)se contraponen a muchas enseñanzas básicas.
    Parece que el avance tecnológico y económico no ha ido de la mano del social. Parece que ha dado un paso hacia atrás y grandote.

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  3. Los políticos deben de tomarse más en serio este asunto. Es, para mi inadmisible, slogan del tipo un ordenador por cada alumno/a en tal comunidad autónoma y que los maestros/as no sepan utilizar esa nueva aportación, que se estropeen y no haya un soporte técnico adecuado y que internet vaya a una velocidad irritable hasta para la persona más paciente.

    Se incorporan ideas y tecnologías y los docentes hacemos lo que podemos. No podemos ser bilingües, informáticos y psicólogos emocinales... Los cursos siempre ayudan a crecer, pero ahí hay otro problema: la falta de tiempo y el"¿pa qué?" de unos pocos (también algunos cursos no me han aportado nada). De la LOGSE, por ejemplo, se dice que no funcionó. Realmente nunca existió pues sus ideas se quedaron en los Boletines Oficiales del Estado y no llegaron al docente, y al que le llegó no le hicieron creer en ello. Hice las prácticas de magisterio en esa época y no vi ninguna diferencia. Bueno sí, quitaron EGB del nombre del colegio.

    El impulsor de los cambios en la escuela no es internet ni el consejero de Educación. Es el maestro. Creo que habría que plantear una estructura más seria en su formación.

    En fin, seguiremos en la lucha. Un saludo.

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  4. Hola¡ Aquí Elena otra vez¡
    ¿Habéis leído el discurso del nuevo ministro de educación con fecha 31 de enero de 2012?

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